El árbol de olivo nunca nos dejará indiferentes. Las propiedades de la hoja del olivo son muy buenas para aliviar muchas enfermedades; eso sí, aquellas que no hayan sido fumigadas.
Estos conocimientos son una herencia transmitida de generación en generación. Se pueden confirmar muchos de los beneficios de la hoja de olivo y su uso desde la antigüedad.
Sin embargo, hay que recalcar que el empleo de las hojas de olivo por sus propiedades no sustituye el tratamiento indicado por el médico. Por tanto, se recomienda acudir a nutricionista o médico general para que indique la dosis y el tiempo de uso adecuado.
No lo dilato más y comienzo con los detalles. ¡Así que presta atención!
En las hojas de olivo hay muchos componentes, como los polifenoles y la oleuropeína. Estos pueden ser la base de algunos de los beneficios de la hoja de olivo para la salud.
Según la sabiduría popular y tradicional, las hojas de olivo son útiles, dentro de un estilo de vida saludable, para mejorar la salud y aliviar molestias leves.
Dentro de las propiedades y beneficios de las hojas de olivo, podemos destacar:
Está demostrado que la oleuropeína ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, una propiedad que resulta beneficiosa para personas que padecen diabetes. Investigaciones y estudios recientes están estudiando la compatibilidad de las hojas de olivo con tratamientos médicos para la diabetes mellitus tipo II.
Una de las propiedades de la hoja de olivo más conocidas es su función antiinflamatoria. Lo que le permite ayudar a prevenir y aliviar los dolores de la artritis reumatoide, la artrosis e incluso la gota.
Y es que gracias a esos efectos antiinflamatorios de la hoja de olivo (por su contenido de oleuropeína) es capaz de bloquear una enzima que favorece la acumulación de ácido úrico. Un efecto típico de la gota.
También se conoce que la hoja de olivo tiene un efecto laxante. O sea que, dentro de una dieta equilibrada, ayuda a optimizar los movimientos peristálticos, causando un efecto que ayuda a prevenir o aliviar el estreñimiento.
Es bastante frecuente escuchar decir a las abuelas que las hojas de olivo ayudar a subir las defensas del sistema inmunitario y a mantener la salud. Sobre todo, si se hace una infusión aprovechando las hojas de los cambios de estación.
El aceite de oliva virgen extra es un alimento súper recomendado para cuidar de nuestra salud cardiovascular, pero lo que no muchos saben es que las hojas de olivo resultan igual de beneficiosas. Estas últimas reducen los niveles de triglicéridos y de colesterol malo en la sangre.
Además, es capaz de estimular la producción de aminoácidos, los cuales protegen los vasos sanguíneos y ayudan a aumentar la producción de óxido nítrico, que es esencial para cuidar las arterias. Desde este punto de vista, las hojas de olivo son un complemento ideal para las personas con el colesterol elevado. Y también de aquellos que simplemente quieran cuidar y proteger su salud cardiovascular.
En las hojas de olivo hay propiedades, extractos, compuestos y bioactivos que podrían ayudar a:
Las hojas de olivo pueden emplearse como complemento en tratamientos de enfermedades con su origen en virus, bacterias u hongos. Por tanto, aumentan la fortaleza de nuestro sistema inmune, alejando parásitos y previniendo resfriados y virus. Pero sobre todo puede ser empleada en el tratamiento a la aparición de hongos en la piel.
Esto no significa que las hojas de olivo reemplacen el tratamiento médico, sino que pueden complementarlo.
La oleuropeína que contiene la hoja del olivo, es un potente antioxidante natural. Por lo que una de las grandes propiedades de las hojas del olivo es precisamente la de luchar contra los radicales libres externos, favoreciendo la salud de nuestras células y epidermis.
Además, las hojas de olivo tienen algunos extractos útiles para proteger las funciones neurológicas. Muchos consideran que puede ser positiva la utilización de las hojas en la prevención de enfermedades como el párkinson o el alzhéimer.
Para aprovechar los beneficios de las hojas de olivo, se pueden consumir tanto en infusión como en cápsulas.
Para preparar el té o infusión de hojas de olivo son necesarios los siguientes ingredientes:
Se añade 1 cucharada de hojas frescas trituradas en 1 litro de agua recién hervida y se deja reposar por espacio de 10 a 15 minutos. Luego se cuela y se bebe 1 taza 3 veces en el día.
Hago notar que, debido a su efecto antihipertensivo, es necesario consultar al médico antes de ingerir este preparado de olivo. Pues puede alterar las cifras de tu presión arterial e incluso provocarte una hipotensión.
Si tienes alguna enfermedad o patología, siempre es recomendable que consultes con tu doctor antes de combinar tu tratamiento con estas infusiones.
A pesar de todos los beneficios de las propiedades de la hoja de olivo que aquí te hemos comentado, debes consultar antes de empezar a consumir cualquier tipo de remedio o suplemento natural. Así te aseguras que lo aprovecharás de la mejor manera, y, sobre todo, que no tendrás efectos adversos o pondrás en riesgo tu salud.
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