Con el verano llega el buen clima y, con esto, puede aumentar nuestro tiempo de exposición a los rayos solares. En esta época se hace fácil cambiar la oficina por la playa, la luz del ordenador por el sol. Sin embargo, nuestra piel demora en adaptarse a las vacaciones más que nosotros, lo que provoca que en ocasiones sufra.
Y uno de los problemas más comunes son las quemaduras. Así que es mejor prepararse poco a poco si queremos conseguir un perfecto bronceado veraniego y no quemarnos en el intento.
A continuación, voy a darte unos cuántos consejos sobre cómo ponerse moreno sin quemarse y lucir ese tono perfecto. ¡Toma nota!
Ponerse moreno sin quemarse
Dentro de la epidermis hay células que contienen la melanina, un pigmento que protege la piel de los rayos ultravioleta, que son los que nos pueden quemar si nos sobreexponemos. El color bronceado aparece porque la exposición a la luz solar provoca que la piel produzca más melanina y termine oscureciéndose.
Con el tiempo estas células llegan a la superficie, se caen y es entonces cuando el bronceado va desapareciendo.
Existe una idea equivocada de que tener una base de bronceado nos protege contra las quemaduras de sol, y esto no es cierto. Lo anterior no sustituye una correcta protección solar, más bien puede perjudicar la salud de la piel por sobreexposición.
Dicho lo anterior, no te hago esperar más y te comento de algunas buenas prácticas sobre cómo ponerse moreno sin quemarse.
1. Alimentación
Casi todos los cambios positivos en nuestro cuerpo parten por una buena dieta; el bronceado no es la excepción.
Son muchos alimentos los que nos ayudan a potenciar nuestro bronceado. Sobre todo aquellos que contienen una gran cantidad de vitamina A. Entre estos podemos encontrar el melón, el melocotón, el mango y la zanahoria (muy rica en betacoarotenos que nos aporta un tono dorado precioso y natural). El tomate, las espinacas y el brócoli, también favorecen el bronceado. Puedes ingerirlos tal cual, o como jugos y licuados.
También consume aceite de oliva para regenerar tu piel desde dentro, ayudándola a que tenga una textura más suave.
2. Hidratación
Algo elemental para evitar las quemaduras debido al sol, es estar en todo momento hidratado. Debes llevar contigo una botella de agua con la que poder refrescarte y saciar la sed a menudo.
Beber agua es una manera muy fácil de cuidar nuestro cuerpo por dentro y por fuera.
3. Sobre la depilación
Si tienes pensado broncearte es recomendable depilarte con suficiente antelación a la exposición solar para evitar las quemaduras. Pues cuando nos depilamos, nuestra piel queda más sensible a los rayos UVA, provocándonos molestias y un antiestético color rojo.
Por eso depílate al menos 24 horas antes y emplea una crema hidratante cuando termines.
4. Ponerse moreno sin sol
Aunque parezca contradictorio, existen opciones para conseguir un moreno perfecto sin tomar el sol.
Comenzando con el uso del bronceador, un cosmético que te permite ponerte moreno sin sol (o con muy poca exposición). Estos productos contienen una molécula llamada dihidroxiacetona (DHA), que cuando entra en contacto con la epidermis oxida las células muertas y da un tono bronceado a la piel.
No tiene riesgos para la salud y es una manera segura de cómo ponerse moreno sin quemarse, pero el ligero tono que produce no se acerca a lo que significa estar bronceado hoy en día. Los hay en crema, spray, y preparados para ser aplicados con toallitas muy recomendables para broncear zonas concretas.
Eso sí, hay que aplicarlo de manera homogénea para evitar manchones. Este autobronceado perdura en la piel durante varias semanas.
También existen múltiples productos que imitan el bronceado, tales como los polvos de sol; que son una solución exprés ideal. Puedes aplicarlos creando un efecto precioso sobre tu piel.
Otra opción son las pastillas bronceadoras, que contienen ingredientes como el beta-caroteno, la sustancia que le da su tono naranja a las zanahorias. Estas cápsulas aceleran el proceso de aparición del tono moreno e intensifican su efecto. Eso sí, no se puede olvidar la protección con un FPS adecuado.
5. La protección es obligatoria
El hecho de querer ponerse moreno sin quemarse, implica que, si vamos a tomar al sol, debemos proteger nuestra piel. Comienza aplicando una crema con alto protector solar (entre 20 y 50 dependiendo de tu color natural) y una vez hayas logrado un poquito de color, puedes pasarte a los aceites, que por lo regular tienen menos protección.
Recuerda repartir la crema por todo tu cuerpo, insistiendo en los hombros y el pecho, que son las zonas más sensibles a las quemaduras.
6. ¿Bronceado artificial?
Si eres de las que no les gusta tomar el sol natural o vives en un clima frío, no te preocupes, ya que podrás lograr un bonito tono dorado en tu piel en cualquier cabina de belleza. Las sesiones de rayos UVA son una escapatoria para lucir moreno si tienes algún gran evento.
Puedes adquirir un bono con unas cuantas sesiones y recibirlas de a poco. Eso sí, trata de ser constante y recurre a esta opción de modo ocasional.
7. Horarios prohibidos
Si quieres ponerte moreno sin quemarse, lo mejor es esquivar el horario donde el sol es más perjudicial, o sea, entre las 14:00 y las 16:00. Esto es debido a que si tomamos el sol cuando más calienta, existe más riesgo de sufrir quemaduras.
No obstante, si no te queda más remedio, busca proteger al máximo tu piel con crema solar y que no te falte un gorro para cubrir tu cabeza con el objetivo de evitar insolaciones.
El inconveniente de todos los bronceados es que hay que renovarlo cada cierto tiempo o va desapareciendo, no es permanente. Pero como ves, se puede lucir un bronceado bonito y sano si sigues las recomendaciones que te hemos dado en este artículo. Nuestra piel tiene memoria, y las imprudencias y daños invisibles de hoy pueden salir a relucir el día de mañana. ¡Disfruta tu bronceado sin riesgos!
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