Tener una piel saludable es más fácil de lo que crees.
Incorporando hábitos positivos en tu día a día y siguiendo una rutina de limpieza sencilla, conseguirás disfrutar de una piel sana y luminosa. Con ello, también podrás evitar o retrasar numerosos problemas asociados al cuidado de la piel y el paso del tiempo.
Arrugas, manchas, rojeces, puntos negros, granos y otras afecciones dermatológicas que muchos solemos tener pueden ser corregidas o suavizadas con una rutina de cuidado de la piel muy sencilla, pero constante.
En este artículo, te mostramos cuáles son las claves para tener una piel saludable. Descubre los hábitos que puedes incorporar en tu día a día para conseguirlo.
En la mayoría de las ocasiones, los grandes cambios se consiguen con el paso del tiempo y la constancia. Por ello, con estas claves no pretendemos que luzcas una piel de revista de la noche a la mañana.
Solo te recomendamos los mejores hábitos saludables que te ayudarán a disfrutar de una piel sana.
Exfoliar la piel, al menos una vez a la semana, es fundamental para eliminar las impurezas y las células muertas. Puedes hacerlos con exfoliantes comerciales o preparar tu propio exfoliante natural con ingredientes que todos tenemos en casa.
Te recomendamos hacerlo durante el baño, para aprovechar el momento y exfoliar toda la piel. Utiliza una receta de exfoliante diferente para el rostro, pues recuerda que esta zona es mucho más sensible.
Uno de los errores de belleza más repetidos a lo largo de mi vida es evitar la hidratación de la piel, o hacerlo muy poco. Al tener la piel grasa, pensaba que hidratarla con frecuencia la perjudicaría.
¡Cuán equivocada estaba!
La hidratación es fundamental en cualquier tipo de piel. La clave está en encontrar el producto adecuado para cada piel. De igual forma, encontrarás opciones diferentes según la edad, el momento del día y otras particularidades importantes a considerar.
La limpieza diaria de la piel es esencial. Los expertos recomiendan hacerla al menos dos veces al día. Al levantarnos y antes de dormir. En estos momentos puedes realizar una rutina diaria de limpieza adecuada para tu tipo de piel e involucrar productos como cremas, serums, limpiadores, entre otros.
El descanso reparador, usualmente en la noche, es muy positivo para nuestra salud física y emocional. En este caso, lo es aún más. Durante el sueño la piel se renueva y se oxigena, proceso que será más efectivo si nos acostamos con una piel limpia e hidratada.
Por último, el consejo que todos los expertos en belleza siempre repiten: beber abundante agua, entre 2 y 3 litros diarios. Esto nos ayuda a lucir una piel más fresca y joven.
Y hasta aquí nuestras 5 claves para tener una piel saludable.
Cuéntanos cuáles son tus secretos de belleza para lucir una piel joven y sana.
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